jueves, 4 de septiembre de 2014

LA SALUD SEXUAL Y LA SEXOLOGÍA



 




¿Qué es la salud sexual?
La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud  (OMS) como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; la cual no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud".

Ciñéndonos a la definición dada por la OMS, tendremos salud sexual cuando nos sintamos bien en lo referido a la sexualidad, lo que confiere especial importancia a la percepción de la persona de bienestar. Esto debe siempre tenerse en cuenta porque si alguien no desea tener ningún tipo de práctica sexual por propia decisión, no podremos decir que se trate de una persona enferma o disfuncional. Sólo cuando su conducta sexual (o ausencia de ella) le cause algún malestar físico, psicológico o social, o vulnere los derechos sexuales de otras personas, supondrá un problema de salud tratable.

¿Qué es la Sexología?
La Sexología es una ciencia que estudia el hecho sexual humano, es decir, sexo, sexualidad y erótica, en todas sus peculiaridades posibles. Esta disciplina tiene diferentes aplicaciones: información, educación y  asesoramiento y terapia e intervención. Todas estas aplicaciones están marcadas por un abordaje desde y para la persona.

En todo momento se tiene presente que el individuo está condicionado por multitud de factores (sociales, culturales, físicos-biológicos, biográficos, psicológicos, éticos….) que conforman su conducta sexual. Los hábitos sexuales de las personas son muy variables según la cultura y grupo social al que pertenecen, su edad, sus experiencias personales, su religión y creencias, educación, aspectos orgánicos/biológicos, problemas psicológicos…. Es por ello que lo que para una persona representa un malestar, para otra no sólo no es así, sino que le hace sentir bien.

¿Cuáles son las consultas más habituales en Sexología?
  • Problemas de identidad sexual/orientación del deseo sexual. Se consulta por dudas acerca de si se es o no homosexual/bisexual, cómo tratar el tema de la homosexualidad con la familia y los amigos, si se puede cambiar de heterosexual a homosexual y viceversa, qué es la transexualidad….
  • Problemas de deseo sexual: bajo deseo sexual o insuficiente frecuencia o duración de las relaciones sexuales, aversión al sexo, alto deseo/frecuencia.
  • Problemas en la satisfacción: trastornos en tiempo de eyaculación, disfunción eréctil, anorgasmia, relaciones insatisfactorias, monotonía en la relación, dolor.
  •  Problemas con la conducta sexual: fantasías sexuales, pornografía, prácticas peculiares (sadomasoquismo, sexo en grupo, prostitución, sexo con personas con determinadas características, fetichismo, voyeurismo, exhibicionismo, intercambio de parejas…), adicciones sexuales.
Es importante mencionar que estas consultas se hacen tanto de forma individual como en pareja.





¿Qué recomendaciones podemos seguir para tener salud sexual?
  • Valorar el propio cuerpo y aceptarnos tal como somos. La baja autoestima está siempre muy presente en los problemas sexuales, tanto como causa como consecuencia.
  • Conocerse a uno mismo y respetarse, poniendo límites cuando lo consideremos necesario y no permitir nunca prácticas sexuales que no queramos realizar ni imponerlas jamás a nadie.
  • Afirmar la propia orientación sexual y respetar la de los demás.
  • Identificar los  propios valores y actuar en relación a ellos, sin imponerlos a otras personas y respetando los valores de los demás.
  • Disfrutar de la sexualidad, de la forma en que queremos expresarla a lo largo de nuestra vida,  permitiendo  la expresión de la de los demás y respetando sus derechos.
  • Rechazar estereotipos e ideas preconcebidas respecto a la sexualidad de otras culturas, poblaciones o grupos.
  • Solicitar información y asesoramiento ante cualquier duda, acudiendo siempre a fuentes objetivas, fiables y serias.
  • Asumir que la sexualidad no sólo tiene como fin la reproducción, pero que determinadas prácticas pueden conducir a ella, por lo que se debe vivir la sexualidad plenamente y de forma responsable contemplando si deseamos o no reproducirnos.
  • Utilizar las medidas de protección e higiene recomendadas para evitar enfermedades de transmisión sexual.
  • En las relaciones con otras personas, tener en cuenta que la comunicación es fundamental, tanto para expresar lo que uno quiere o no quiere como para atender a las necesidades del otro individuo.
  • Si se mantiene una relación de pareja, ser consciente de que los problemas sexuales siempre afectan a la pareja y que tanto las causas como, sobre todo, las soluciones, se deben tomar en conjunto.

¿Cuándo consultar con un sexólogo?
En general, tanto para solucionar cualquier problema que afecte a la salud sexual (entendiéndose, como dije al principio, como malestar asociado a la sexualidad), como para solicitar información o consultar cualquier duda, y también para mejorar nuestra vida sexual.
Los estudios estadísticos informan de que entre el 35 y el 60% de las mujeres, presentan algún tipo de disfunción sexual. Esta variabilidad se debe a que mayoritariamente las mujeres  hablan menos o con menor sinceridad, acerca de los problemas sexuales. En el caso de los hombres, se estima en un 40%. De estos porcentajes, en el caso femenino, un 48% tiene problemas de excitación y un 35%, falta de interés por el deseo sexual. Respecto a los problemas en los hombres, un 40% corresponde a dificultad con la erección o la eyaculación y un  16%, falta de interés por el sexo. Pero lo verdaderamente preocupante es que sólo el 30% de las personas que padecen algún problema de índole sexual, consulta con un especialista. De hecho, cuando se hace, se suele acudir principalmente al médico en busca de un tratamiento farmacológico  que solucione el problema. Si consideramos lo que ya he dicho acerca de los múltiples factores que afectan a la salud sexual, estaríamos limitando la posibilidad de solución  a los casos en que la causa sea exclusivamente biológica u orgánica.

Es importante considerar que la salud sexual está al alcance de todos y, en consecuencia, todos los problemas tienen solución. Siempre es posible conseguir ese estado de bienestar asociado a la sexualidad. Sólo hay que ser conscientes de ello y decidirse a consultar abiertamente con un especialista en sexualidad, para poder determinar los factores responsables de ese malestar y aplicar la intervención más adecuada. Renunciar al bienestar sexual es renunciar a la salud.

viernes, 8 de agosto de 2014

ADICCIÓN AL CIBERSEXO

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Las nuevas tecnologías nos abren un mundo de posibilidades y, como tal, nos aporta puntos positivos y puntos negativos. Internet ofrece con absoluta facilidad el acceso al sexo en múltiples variantes, tanto el simple visionado de material erótico y/o pornográfico, como la interacción virtual con otras personas. 

No es el objetivo de esta reflexión el cibersexo en sí mismo, sino la adicción, es decir, la enfermedad que supone el consumo incontrolado del sexo a través de la red. 

Los datos hablan de que el 80% de los afectados son hombres de entre 25 y 50 años. En España se estima en un 8% la población afectada. Pero estos datos no son absolutamente fiables pues se trata de una adicción muy poco reconocida y que recibe un gran rechazo social. 

Como ocurre en otras adicciones, hemos de considerar determinados factores predisponentes a sufrirla, pues, evidentemente, no todas las personas que utilizan el sexo en la red se ven afectadas por una adicción. En general, el perfil del adicto/a al cibersexo sería el de una persona con baja autoestima, imagen corporal alterada, con alguna disfunción sexual, con miedos o inseguridades para mantener relaciones sexuales físicamente con otras personas o con dificultades para la relación social en general. A menudo, también hay presencia de otro tipo de adicciones (alcohol, drogas...) y de problemas físicos y/o psicológicos. Encontramos, entre este grupo de pacientes, tanto personas con pareja estable como sin ella

Una persona con adicción al cibersexo estará obsesionada con él y consumirá gran parte de su tiempo (y, según las páginas, de su dinero) en esta actividad, llegando incluso a olvidarse de su trabajo, obligaciones familiares, descanso... Por mucho que la persona se dé cuenta del enganche que sufre, no podrá dejar de hacerlo porque la ansiedad se apodera de ella y no se calma hasta que no se conecta. Aparecerán alteraciones en el estado de ánimo y en el comportamiento, aislamiento social y problemas asociados al sueño. 

Cuando la persona adicta tiene pareja, las repercusiones también la afectan. Generalmente aparece un sentimiento de dolor porque la pareja se siente relegada, traicionada, insuficiente, con el consiguiente daño a la autoestima, pérdida de ilusión, rabia.... 

Es muy importante que, una vez detectado el problema y decidido superarlo, se acuda cuanto antes a terapia psicológica. El tratamiento, con frecuencia, incluye también a la pareja, si la hay. Sin duda, es un problema que tiene solución pero requiere la firme voluntad del paciente para superarlo.


miércoles, 2 de enero de 2013

EL DESEO SEXUAL HIPOACTIVO: CUANDO DISMINUYE EL DESEO SEXUAL.

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 El deseo sexual hipoactivo es un trastorno que afecta a muchas personas y que tiene diferentes causas. Es uno de los motivos de consulta más comunes en sexología porque causa preocupación y malestar tanto en la persona que lo padece, como en la pareja. 

Podemos encontrar:

Causas psicológicas: problemas de pareja (de comunicación, conflictos...), desinterés hacia el sexo en general (no hay motivación quizá por motivos religiosos o morales o culturales), disfunción sexual previa en la pareja o en la persona que sufre deseo sexual hipoactivo (disfunción eréctil, eyaculación precoz...), depresión, ansiedad, estrés, baja autoestima, problemas con la autoimagen corporal...

Causas físicas: alteraciones hormonales (hipotiroidismo, déficit o alteración hormonal, menopausia, diabetes....), medicaciones como alprazolam, fluoxetina, proxetina... , hipertensión, cardiopatías, insuficiencia renal...

Cada persona vive ese problema de modo distinto: Tristeza, frustración, problemas con la pareja, culpabilidad, baja autoestima, evitación de sexo, cansancio, etc.

Hay diversos grados de disfunción del deseo sexual. Desde no tener nunca deseo sexual; personas que están atravesando una crisis temporal; personas que ya no sienten deseo por sus parejas; y personas que después de una relación sienten dificultad en determinadas situaciones o con determinadas personas.

Lo mejor es que, una vez descartados los problemas físicos, se acuda en pareja a un terapeuta sexual. El profesional diseñará una estrategia específica según la persona y la pareja, contemplando sus necesidades, características personales, gravedad, dificultades y ritmo de aprendizaje.

 Generalmente  se enseñan técnicas prácticas para hacer ejercicios que posibiliten el deseo y el erotismo:  la utilización de estímulos adecuados y necesarios (psíquicos y físicos, manipulación, actitud, ambiente, etc.); ejercicios de sensibilización y focalización sensorial, control de la percepción, control de las reacciones...

Muy importante no culpabilizar o hacer sentir mal a la pareja. Normalmente se trata de un problema que no tiene que ver con el hecho de que la pareja no nos atraiga o no haya amor. Fomentar las relaciones sexuales dando mucho mayor énfasis a las caricias, besos, a las sensaciones placenteras que producen que a la penetración o el orgasmo como fin, suele ayudar en estos casos. No hay que olvidar, que el sexo es comunicación y que el fin no debe ser la consecución de un orgasmo o la penetración, sino que las caricias y las sensaciones son muy diversas y tienen un papel fundamental en la respuesta sexual a nivel psicológico. No hay que olvidar que el órgano más importante en esta respuesta sexual es el cerebro.



sábado, 6 de octubre de 2012

EL SEXO DURANTE LA MENOPAUSIA


 http://sexualidad.salud180.com/sites/default/files/styles/medium/public/field/image/2012/07/sexomenopausia.jpg?itok=aR43W7-o


Son numerosas las consultas que se hacen, tanto por parte de hombres como de mujeres, relacionadas con  dificultades con las relaciones sexuales a partir de la menopausia.

Cierto es que la menopausia implica  una alteración importante para la mujer, tanto a nivel hormonal como psíquico. Sin embargo estas alteraciones no tienen necesariamente que ser negativas. Hay que asumir la menopausia como una etapa de la vida y simplemente aceptar sus inconvenientes y disfrutar de las ventajas. 

En muchas mujeres aparece el llamado deseo sexual hipoactivo, es decir, su libido se encuentra algo más inhibida y tienen menos ganas de mantener relaciones sexuales. Esto puede tener una base hormonal, pero, según mi experiencia, hay un alto componente psicógeno en este problema. La mujer puede dejar de sentirse deseable y atractiva al asociar su pérdida de fertilidad con la "vejez". Por otro lado, también hay mujeres de fuertes creencias morales y/o religiosas, que asocian el sexo a la reproducción y a las que la llegada de la menopausia les supone la pérdida de razones para mantener relaciones íntimas con sus parejas. 

Sin embargo, si nos paramos a pensar, son más las ventajas que los inconvenientes. La mujer, es muy cierto, al llegar la menopausia, se encuentra en plena madurez. Los conocimientos y experiencias que se han acumulado, a nivel sexual, a lo largo de su vida, hacen que sus relaciones sean mucho más satisfactorias porque con la edad aparece la calma, el disfrute, la desinhibición...cualidades más que positivas para el sexo. Desaparece la preocupación por posibles embarazos y se aprende a valorar las relaciones sexuales como una forma de comunicación con la pareja. 

Inconvenientes como la sequedad vaginal, ya están más que solucionados con geles específicos. Fuera de este inconveniente, todo lo demás, son ventajas. Animo a las parejas en esta situación, a que programen una velada romántica con antelación (dos o tres días). Es importante planificarlo como una cita: comprar lencería sexy, maquillarse, peinarse, arreglarse, quedar con la pareja para una cena romántica (aunque sea en casa), preparar la cama de forma especial (poner música suave, luz tenue,  velas...)... Se trata de crear un ambiente muy propicio y disfrutar preparándolo. Lo mejor es imaginar que es la primera vez con la pareja, e ir muy despacio, centrándose sobre todo, en lo que se siente. Desnudarse despacio,  besarse lenta y apasionadamente, recorrer lentamente el cuerpo del otro, recrearse en sentir y hacer sentir...hará que poco a poco el deseo fluya. El sexo es muchísimo más que la penetración. Hay que recuperar la comunicación, la ternura, el sentimiento, el disfrute...porque de este modo, mejora infinitamente la autoestima y la relación de la pareja.

La menopausia nunca es el final. Hay que convertirlo en el principio.

jueves, 14 de junio de 2012

EYACULACIÓN PRECOZ


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La eyaculación precoz es un trastorno que puede ser primario (si le ha ocurrido siempre) o secundario (si le lleva ocurriendo un tiempo o en algunas ocasiones). Suele ir asociado (si no hay patologías) a un problema de ansiedad y de autocontrol. Normalmente la excitación que se produce es tan intensa que el hombre tiene problemas para controlarla y eyacula antes de lo que desearía. Como primera medida, siempre es conveniente acudir a una revisión con el urólogo para descartar patologías de tipo médico.
 Si tiene pareja estable, lo mejor es que le comente su inquietud por este problema y que le proponga disfrutar de una relación sexual sin penetración. Deberán dedicarse a las caricias mutuas, besos, hacer disfrutar a su pareja y disfrutar ud mismo y evitar que su pareja le acaricie el pene y la penetración. La relación sexual es una forma de comunicación y lo más importante es concentrarse en las sensaciones, olvidándose momentáneamente de la excitación y el orgasmo.
 Si no tiene pareja estable y no quiere comentarle a su pareja su problema, no importa. Dedíquese igualmente a proporcionar placer a su pareja evitando la penetración.
 La misma ansiedad que se produce ante el sexo por miedo a la eyaculación precoz, hace que se produzca con más intensidad.
 Puede practicar ejercicios de Kegel para controlar la eyaculación precoz. Aparecen en internet sin problemas.  
 Otras técnicas serían:
-Masturbarse 1 ó 2 horas antes de la relación sexual. Esto es menos recomendable en personas de más edad.
-Ponerse varios preservativos para disminuir la sensibilidad en el pene.
-No dejar que la pareja le estimule sexualmente o utilizando la  técnica de compresión del glande: la pareja comienza despacio la estimulación del hombre, o éste inicia la masturbación, deteniéndose cuando sienta que la eyaculación está próxima, y apretando firmemente el pene, justo detrás del glande. Después de una pausa y de que el hombre  note que la eyaculación no es inminente, se reinicia la estimulación, deteniéndose de nuevo al sentirla próxima. La maniobra se repite unas tres veces, y a la cuarta se eyacula.

Por otro lado, si ve que pasado un tiempo no mejora, lo mejor es acudir junto con su pareja (si es habitual) a un sexólogo (si no tiene pareja habitual, acuda solo) para que analice más exhaustivamente el caso y les recomiende los ejercicios que considere más convenientes. En cualquier caso, no se preocupe. Es un problema con solución.


lunes, 11 de junio de 2012

OTRAS ZONAS ERÓGENAS EN LA MUJER (II)



LA NUCA:

Casi todas las mujeres responden a una suave caricia con los labios en su nuca, mientras es abrazada por la cintura desde la espalda. Además del contacto físico, se suma el componente erótico de la no-visión o incluso de la sorpresa. El abrazo por la espalda lento pero intenso, unido a esa caricia con los labios en la nuca, que aumenta su intensidad, suele ser una situación altamente erógena para ambos.

COMISURAS DE LOS LABIOS:

Los besos en la zona donde se juntan los labios, de forma suave, producen igualmente una sensación muy gratificante para la mujer. No se trata del beso en los labios propiamente dichos, sino muy cerca de ellos. También hay que aclarar que a ciertas personas estos besos pueden provocarles cosquillas.


EL ESTÍMULO VERBAL:

Normalmente el área verbal está muy desarrollada en la mujer. Muchos estudios dicen que el hombre es más visual y la mujer más verbal. En otras palabras, puede resultar más estimulante para la mujer un relato erótico que una foto porno. Es por ello que hablar o expresar verbalmente situaciones excitantes de alto contenido erótico puede resultar muy erógeno para la mujer. Contarle historias sexuales, explicarlo que se está haciendo, expresar lo que se siente…es una forma de estimular una zona erógena que no siempre se cuida y que es la más importante: EL CEREBRO. No hay que olvidar que el sexo está en el cerebro. Los sonidos forman parte del acto sexual y actúan de estímulo. Imagínate una relación sexual sin ningún tipo de sonido. ¿No te resultaría extraña?


sábado, 9 de junio de 2012

OTRAS ZONAS ERÓGENAS EN LA MUJER (I)


 


A estas alturas casi todo el mundo conoce las zonas erógenas típicas de la mujer. Sin embargo, en sexo, algo que resulta muy recomendable es la exploración, la investigación, la innovación…Buscar nuevas zonas erógenas puede resultar divertido y excitante y seguro que ayuda a conocer mucho más el cuerpo de la pareja e incluso el propio.

LAS MANOS:

Generalmente el primer contacto entre los cuerpos cuando una pareja inicia una relación sentimental, suele ser a través de las manos, con suaves roces, abrazos, manos entrelazadas… Curiosamente, una vez que la relación avanza, cogerse de la mano pasa a ser más una rutina que una comunicación erótica. Sin embargo acariciar lentamente las manos, variando la intensidad, tocando entre los dedos, masajeando suavemente las muñecas…suele resultar como mínimo, agradable y en muchos casos, relajante o incluso excitante. Es un buen modo de comenzar para ir “abriendo” los sentidos. En una segunda fase, es mejor sustituir las manos por los labios.

LOS PIES:

Hemos de tener en cuenta que no a todas las personas les agrada que les toquen los pies, por lo que es necesario observar si nuestra pareja está o no en este grupo. Si le gusta, pocas cosas resultan más relajantes que un buen masaje de pies, especialmente después de una dura jornada. Inicia el contacto de forma suave para ir aumentando la intensidad y abarcando al principio todo el pie para después centrarte en determinados puntos que resultan más eróticos. Estos puntos son el empeine y la zona alrededor de los tobillos. Realiza masajes circulares, variando la velocidad y la intensidad. A medida que aumentes la intensidad, reduce la velocidad. Verás como tu chica se sentirá mucho más receptiva.

GLÚTEOS Y CADERAS:

Últimamente se han puesto de moda los masajes en los glúteos. Acariciar a tu chica en esa zona, mediante masajes circulares en la zona lumbar y hacia la cadera, hará que sus sentidos se despierten. Ten en cuenta que para evitar las cosquillas, es mejor que el masaje sea firme, intenso y no muy lento. Describe movimientos circulares alrededor de la cadera y en forma de abanico desde la zona de la columna hacia fuera. Una vez masajeada la zona, cambia tus manos por tus labios y la respuesta de ella será mucho más sensual.